Habermas y periodismo

Habermas y Periodismo
María José Hernández


El ser humano es un ser esencialmente social. Necesita de otros para definirse como persona y para poder comunicarse, es por medio de la interacción social que el hombre va conformando su propia realidad y va aunando significados, que le ayudan al entendimiento con sus pares.
Como periodistas y profesionales expertos en comunicación social, es importante conocer como el hombre se comunica, como interactúa con sus pares, como construye su realidad y elabora su lenguaje. Es importante conocer al hombre en todos su facetas. Por eso que como profesionales de la comunicación no podemos aceptar una teoría que excluya al hombre de su estudio. Los periodistas trabajamos para informar y comunicar a las personas, y para eso, es fundamental entenderlas.
Por esta razón, la teoría de Jürgen Habermas es la más adecuada para la profesión. Su teoría es antropológica, tiene como base al ser humano. Para Habermas, el ser humano es un elemento fundamental para entender la comunicación.
En cambio para Niklas Luhmann, el hombre es sólo un elemento más de la comunicación. A causa de este mismo argumento es que se ha elegido a Habermas como el autor más importante e influyente en la profesión de periodista.
No podemos ignorar al hombre o considerarlo sólo un elemento decorativo de la comunicación. El hombre es la base de la comunicación, sin él es imposible que ésta exista. Además, es el elemento principal de estudio de los periodistas.
Siguiendo con la importancia que tiene el hombre en el desarrollo social, es trascendental hablar de la importancia que tiene este en la formación del lenguaje y como este ha evolucionado gracias al interés y curiosidad del hombre.

Para este argumento también se recurrirá a Habermas, quien postula que el lenguaje es la clave para entender la comunicación, y no un elemento más como postula Luhmann.
Siguiendo con el rol que juega el hombre en la formación de sociedad, Luhmann postula que todos sistema social se construye a partir de la comunicación, pero deja fuera al hombre. Para que haya comunicación es preciso que existan distintos sujetos que representen diversos papeles, el de emisor y receptor. Si no hay un receptor, el proceso comunicativo está incompleto y no se produce la comunicación. Entonces, ¿cómo es posible que se construyan sistemas sociales sin la existencia previa del hombre?
Otro elemento que Habermas toma para reafirmar la postura que el hombre es fundamental, es que la racionalidad es importante para entender la comunicación. Lo que marca la diferencia entre un ser humano y un animal, es la capacidad del primero de pensar y ser racional en sus acciones. Además, toda acción comunicativa es un proceso y un fenómeno de la racionalización del mundo, toda acción comunicativa para Habermas nace de la razón, es racional.
Por lo tanto, si nace de la razón el hombre juega un papel importante, no es un elemento más como plantea Luhmann, porque es el hombre el que a partir de la razón, interpreta la realidad.
Este autor le resta importancia al papel del hombre en el desarrollo de la comunicación y el lenguaje. Es más, minimiza su rol en todos los ámbitos, postula que somos una caja de resonancia de los mensajes que se emiten, que desde pequeños hemos estado repitiendo y recibiendo. Que tenemos un discurso repetitivo.
No toma en cuenta la subjetividad del hombre ni su ideología. Habermas en cambio postula que la acción comunicativa tiene que ver con el sistema ideológico de la persona, por lo tanto la reproducción de los mensajes es subjetiva.
Sin embargo, Luhmann se contradice al decir que todo sistema social se construye en base a la comunicación, y que para identificarlo debo hacerlo fundamentalmente por el sentido. Si por sentido se entiende la organización de las vivencias humanas llevadas a un nivel de cero complejidad, pone al hombre y su subjetividad como pilar de su argumentación.
Las vivencias se ordenan por patrones personales, nadie ordena de la misma forma. Este mismo orden es que el nos permite diferenciarnos uno de otros. Además si para Luhmann el conocimiento es una construcción de sentidos, este conocimiento sería subjetivo, ya que entran las experiencias humanas en juego.
Por la misma razón no se puede dejar de lado el entorno, ya que el ser humano interactúa con él, y dependiendo del contexto en que se desarrolla, dará las coordenadas para ordenar sus experiencias, y por ende su conocimiento.
Luhmann postula que para que haya comunicación se deben dar tres conceptos: Información, Participación y Comprensión. El autor dice que sin ellos no hay comunicación, que, desde este punto de vista, no es inocente sino que es parte de la manipulación, siempre hay algo que queda oculta en un proceso comunicacional. Invita a que leamos los mensajes entre líneas. Otra contradicción, nos invita a utilizar nuestra subjetividad para evaluar los mensajes. Nunca recibimos un mensaje tal y como fue emitido, los juicios personales siempre se hacen presentes, influyen en menor o mayor grado, pero siempre influyen.
Otro de los postulados de este autor, es que el lenguaje es autopoiético, porque se regula independiente de nosotros. Pero, con le paso de los años, el hombre ha pasado de utilizar lenguajes iconográficos y comunicarse verbalmente, con signos y significados reconocidos por la sociedad. Es la inteligencia, el deseo innato de sobrevivir lo que ha llevado al hombre a desarrollar el lenguaje, y a evolucionar con él. No es por si sólo, es una relación de reciprocidad.
El hombre comenzó utilizando un lenguaje rudimentario de señales y fue evolucionando hasta un lenguaje lingüístico cargado de señales que tienen un significado determinado por la cultura.

Habermas por su parte postula que la comunicación es intersubjetiva, porque hay una interacción de subjetividades cuando dos hombre se
comunican. Pone como centro de teoría al hombre y la subjetividad de la comunicación y del conocimiento.
En su Teoría de la Acción Comunicativa toma como base las expresiones lingüísticas o del comportamiento observable que quedan abiertas a una comprobación intersubjetiva. Es decir, cuando existen dos sujetos y entre ellos se lleva a cabo un proceso de comunicación, ésta va a ser intersubjetiva porque va a ser entre personas, sujetos que hacen uso de su subjetividad para comunicarse. A pesar de cada sujeto hace una lectura diferente del mensaje, logran comunicarse. Esto es por la importancia del lenguaje y de los significados que en la sociedad se han legitimizado.
Para reafirmar lo antes planteado, que somos diferentes por la forma en que organizamos nuestras vivencias, Habermas le da esta importancia al lenguaje, el decir que este en el ser humano da lugar a una diferenciación funcional, a un principio de organización completamente diferente que produce no solamente un tipo distinto de individuos, sino también una sociedad distinta.
Sin el lenguaje y la subjetividad del hombre no habría sociedad, todos los seres humanos serian iguales, serían como un rebaño de ovejas, sin poder distinguir una de otra.
Dentro de la acción comunicativa, el lenguaje juega un rol fundamental, permite que la sociedad funcione. También permite marcar diferencias de acuerdo a como se use y a que tipo de lenguaje se utilice.
Para Habermas el funcionamiento de la sociedad descansa fundamentalmente en el lenguaje, de carácter lingüístico o natural (oral). Es la base, los otros son derivaciones de este. La base de toda organización social descansa en este lenguaje natural y sus derivados.
Por esto que es tan importante la teoría de Habermas. Cómo periodistas se sabe que existe una gran diversidad de personas que habitan en una sociedad, se debe saber como comunicarles a cada una de ellas un mismo mensaje, dejando libertad para que este se interprete libremente, para que actúe la subjetividad de cada individuo. No se puede ignorar al ser humano ni sus características particulares.
Habermas también habla del comportamiento. Éste se debe entender como uno simbólicamente orientado, que da cabida a la reconstrucción de estructuras generales de la interacción lingüística mediada.
Todo comportamiento para Habermas es simbólico, vale decir, todo gesto tiene una determinada señal cuyo significado está determinado socialmente. Esta determinación dio origen a estructuras más complejas para llegar al lenguaje natural.
Como comunicadores e informadores, es importante conocer el comportamiento de la sociedad. Estos se van determinando por el consenso al que llega la sociedad gracias a los mismos medios de comunicación que transmiten los mensajes masivamente.
Es importante conocerlos, ya que en cierta forma los mismo comunicadores sociales son los que los producen.
Tal como postula Habermas, el hombre utiliza su ideología y su subjetividad para entender la realidad, para interpretar los mensajes. A diferencia de Luhmann, quien postula que hay que sacar al hombre del estudio de la comunicación, y que éste estudio debe ser lógico.
Los referentes ideológicos son mundos subjetivos, están determinando el mundo social a través de sus lecturas. Los medios de comunicación serían un punto entre el medio subjetivo y el mundo social, ya que son estos los encargados de transmitir los mensajes.
El medio de comunicación toma el medio subjetivo e interpreta el mundo social mediante significados ya consensuados.
En la interpretación subjetiva que el hombre le da la información, un significativo rol juegan los medios de comunicación, porque son ellos quienes la transmiten y también porque son los que ayudan a consensuar los significados socialmente. En esta función los periodistas, que están en contacto con la sociedad, pueden transmitir estos significados consensuados, haciéndolos masivos y aceptados por la sociedad.

Las concepciones están mediadas por el referente ideológico dominante, no son objetivas. Prima una idea y se aplica para interpretar los hechos. Explica la realidad, es el mundo subjetivo el que hace hablar la realidad con los significados consensuados del mundo subjetivo. La interpretación se transforma en norma, se acepta y nos comunicamos con ella.
El lenguaje permite una interacción de subjetividades de los distintos componentes, la cual da como resultado símbolos y signos consensuados socialmente.
Para Habermas la subjetividad radica en como nos apropiamos de la realidad, esta tiene que traducirse en lago objetivo o nadie se entendería, esto está dado por el lenguaje cotidiano, por los significados.
Los encargados de transmitir el lenguaje diario son los profesionales de las comunicaciones. Las personas utilizan estos medios masivos para informarse y entretenerse. Las abultadas horas que se pasan frente al televisor, a la radio, leyendo el diario o en Internet, vuelven responsables a los periodistas de los conocimientos que el ser humano va adquiriendo para conformar su realidad. La información que estos profesionales entregan, en el marco de las ideologías dominantes, se transforman en referentes ideológicos, en significados y signos consensuados socialmente, que posteriormente, una vez interiorizados, sirven para comunicarnos y para ser entendidos.
Como profesionales de las ciencias sociales y humanistas, los periodistas necesitan conocer al ser humano, como este conforma su propia realidad, que elementos utiliza, que información recoge y cual rechaza y por qué. No se puede negar el rol que juega el hombre en el desarrollo de la sociedad, en la evolución de ésta.
El hombre es importante en el estudio de la sociedad porque es él quien posee un universo simbólico donde se va a construir el o los sentidos de la realidad. El mundo simbólico tiene que ver con el cuerpo de conocimientos que tiene el hombre en un determinado momento. Mientras más compleja es la sociedad, más complejo es el medio simbólico. Afecta a la realidad y a la cognición del hombre.

Cuando el hombre observa un fenómeno lo hace indirectamente, lo hace en función de su estructura simbólica, vale decir, la interpretación va a estar dada por la estructura simbólica que posee cada observador.
Esta estructura simbólica se va conformando por la continua información que recibe el ser humano, ya sea desde los medios, los periodistas y su propio entorno. No se le puede aislar, es necesario estudiar su desarrollo y evolución para entender la sociedad y como esta se conforma y entiende la realidad.
Para Habermas el mundo se construye en función de los universos simbólicos porque está determinado por signos y símbolos, y estos van a dar origen a una conciencia colectiva, que le va a dar la identidad a grupo de personas.
Por otra parte el interaccionismo simbólico plantea que la sociedad actualiza en determinados contextos históricos, determinados significados y sentidos que después usamos. Sobre la base de estas legitimaciones, nosotros interactuamos.
Los responsables de esta actualización de sentidos y significados son los medios de comunicación. Como profesionales de esta disciplina se debe estar en continuo contacto con la sociedad y sus cambios, para poder hacerlos masivos a través de los medios de comunicación.
En estos medios simbólicos los seres humanos actúan en relación con los objetos del mundo físico y de otros seres de su ambiente sobre la base de los significados que estos tienen para ellos. La interacción es parte de su naturaleza, derivan de la interacción social. Estos significados se establecen y modifican por medio de un proceso interpretativo, el sujeto selecciona, modera, suspende, reagrupa y transforma los significados a la luz de la situación en que se encuentra y la dirección de ser acción; los significados son usados y revisados, como instrumentos para la guía y formación de la acción.
Es por esto que no se puede negar al ser humano la posibilidad de ser considerado dentro del estudio de la comunicación, ya que es el, quien mediante la interacción con sus pares el que produce sociedad. Es mediante la interacción comunicativa que se van adquiriendo signo y significados que ayudan a conformar y entender la realidad, individual y social.