Efectos de las alzas en el precio de la bencina

Efectos de las alzas en el precio de la bencina


Durante esta semana los precios de las bencinas llegaron a su máximo histórico, superando los seiscientos pesos el litro. Las razones, muchas.
Las principales son los diversos problemas que hay en los pozos con mayor producción de petróleo y las gran demanda por parte del hemisferio norte de este preciado combustible. Pero en Chile lo que más ha afectado a nuestro mercado, además de los problemas en los pozos petroleros, es la caída del dólar, especialmente ha sido motivo de preocupación de los exportadores que ven amenazadas sus ganancias, ya que debido a las alzas de los combustibles y la caída del dólar, los costos de producción se disparan y las ganancias comienzan a escasear.
Si los empresarios se ven afectados, ¿ha pensado el gobierno en como afectan estas decisiones al sector más humilde de la población?, ¿aquella que tiene que pagar dos locomociones para poder llegar a su lugar de trabajo y otras dos más de regreso?.
Hace un tiempo atrás, cuando la situación ameritó el alza en los precios de los pasajes de la locomoción colectiva, el gobierno aprobó una ley que entregaba un subsidio a la población que según ellos era la más afectada.
Dijeron que este subsidio, que no fue mucho en realidad, beneficiaba a la gente que anda en micro y no a la que tenía auto, yo pregunto ¿qué pasa con la clase media, esa que mueve el mercado del país, esa que luchó y ahorró para comprarse un auto, o aquella que tiene automóviles y los utiliza para brindar locomoción colectiva?, ¿quién los ayuda a ellos?.
Las políticas del gobierno siempre han sido extremas, favorecen a los empresarios que ven intimidadas sus ganancias o a los más pobres, que son los que más se pronuncian al respecto, pero no hay políticas que ayuden a la clase media.
Quizás ese sea el problema, la clase media no se pronuncia y no hace sentir su descontento, si lo hiciera, quizás sería tomada en cuenta. Y las autoridades se darán cuanta de lo importante que es ayudar y apoyar a la clase social que mueve el mercado del país.
La crisis en los precios de los combustibles puede ser una buena oportunidad para que la clase media se organice y se haga sentir. Y de paso, se podría poner sobre el tapete el tema de contaminación, y en estos tiempos de escasez, comenzar una campaña a favor de la fiel bicicleta.